7 años ago · Sara Ortega · 0 comentarios
Qué diferentes somos estando “hechos” de lo mismo…
Siempre me ha fascinado el ser humano: las diferencias que hay entre unos y otros, perteneciendo todos a la misma especie, viniendo todos del mismo lugar aparentemente y terminando todos con el mismo destino. Qué diferentes somos estando “hechos” de lo mismo…
Diferencias empezando por la complexión física y con ella, la postura, el modo de andar, los gestos corporales, faciales. Y es que el sustento físico que nos forma, nos da la posibilidad de movernos en la vida, es decir, de vivir. Y es que son tantas las diferentes manera de hacerlo aun teniendo los mismo ojos…
Fascinada de la mirada curiosa y exploradora de un niño. De la vulnerabilidad con la que nacemos y cómo, a partir de esa temprana edad, del entorno en el que vivamos, de la experiencia que tengamos y de cómo la interpretemos, construiremos el mundo que veremos cuando seamos adultos, supuestamente maduros, fuertes y valientes.
Que somos en gran parte lo que aprendemos, en ocasiones sin ser consciente de dónde viene. Y que en ese constante aprendizaje, que es la vida misma, entre tanto y tanto, nos damos golpes, nos tropezamos, nos caemos, nos levantamos, nos asustamos. ¿Y quien dijo que vivir no fuera una aventura, en ocasiones incluso con ganas de salirse del juego?
Y no queda aquí… ya que cuando estamos llegando a nuestro fin, parece que la vida actúa de manera caprichosa y nos hace retroceder a sensaciones de cuando empezamos: dificultades motoras, vulnerabilidad, miedos, dependencia, problemas de memoria.
Fascinada de descubrir que somos un potencial infinito de fuerza y magia. Que mucho depende de nosotros como protagonistas y directores de nuestra propia película.
Y es aquí junto con lo anterior, lo que hace que dedique mis constantes años de estudios y de trabajo para poder entender las vivencias y realidades de cada persona, y así poder ayudar a comprender sus orígenes de malestar, a potenciar los recursos, capacidades y habilidades que todos tenemos, para mejorar y con ello disfrutar lo mejor que podamos, del paso por el mundo…
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